El mérito de esta receta no está en su elaboración, que es más que fácil, sino en la calidad de la carne.
Necesitaremos:
Una pierna de cordero lechal.
Sal y pimienta.
Una cabeza de ajos tiernos.
Laurel y perejil.
Vino Blanco, bueno.
Primero vamos sellando los trozos de carne.
La cabeza de ajos, ( la mía era de ajos recién recolectados, y su sabor no es tan pronunciado),la vamos dorando.
Cuando los tengamos todos los trozos sellados, los juntamos todos y echamos a fuego vivo el vino.
Dejamos que evapore, hasta perder el alcohol.
Añadimos el perejil, los granos de pimienta, y el laurel.
Cerramos, y programamos unos 20 minutos.
Al abrir, sacamos con cuidado los trozos de carne, y dejamos que la salsa evapore y se trabe.
El resultado es una carne rica, con un sabor delicioso, y super tierna. No necesita ni cuchillo....
Pero como me gusta el cordero!!! lastima no tener cerca este plato para robar un trocito !!! Besos
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