Ésta es una receta muy especial. Es antigua, muy antigua, y además, típica de mi pueblo.
No pretendo que nadie la haga. Forma parte de esas comidas que no entra por los ojos a quien no la conoce. Pero no quiero que se pierda, y me encanta que encuentre un huequecito en este Blog...
No deja de impresionarme pensar que este tipo de guisos era de los habituales en otras épocas, en las que la imaginación, el cariño, y muy pocos ingredientes, configuraban el hacer del día a día en la mayoría de las cocinas. Yo soy muy nostálgica, y el aroma del guiso me transporta a esas casas de pueblo y a esos veranos en los que se disfrutaba de pimientos asados frescos, cebolleta, tomate. El resto del año, había que conformarse con los tomates secos, pimientos , primero asados, después salados, y por último secos al sol...en fin, que la naturaleza conformaba la comida de cada día. Aún así, el placer de un guiso bien elaborado en aquella época, estoy segura que era mayor al que podamos tener hoy en día.
Sirva mi receta para que quede constancia de un guiso que no quiero que desaparezca porque forma parte la memoria histórica de mi querido pueblo de Lúcar, en Almería.
Seguiré pidiendo recetas a los mayores...
INGREDIENTES:
Ajos.
Cebolla.
Pimiento verde de freir.
Tomate maduro.
Pimentón.
Patata.
Pimientos verdes asados.
Agua y harina.
Sal, pimienta y azafrán.
La ELABORACIÓN va de acuerdo al orden de los ingredientes.
Primero ajitos fileteados, Doramos y echamos la cebolla tierna. Al rato, el pimiento y por último el tomate maduro. Todo ello picado finito, y con su tiempo, para que sude y se haga bien. Es el momento del pimentón, que rehogaremos un poquito.
Echamos entonces el agua y dejamos que vaya cociendo. Añadimos unos trocitos de chorizo. Puede ir sin él, pero a mí me parecía que me había quedado corta de aceite, y me ha solucionado el problema.
Al rato , las patatas, a trozos pequeñitos y " cascadas". Sigue guisando...
Ahora le toca el turno a los pimientos ( asados y a tiras). Aún pasarán bastantes minutos. Mientras, rectificamos de sal, pimienta y azafrán.
Cuando nos guste el guiso, será el momento del toque que distingue a la receta de otras parecidas. Se trata de añadir harina a una taza con agua. Se convertirá en una papilla blandita. Pues eso lo vamos añadiendo al guiso, a la vez que movemos con la cuchara. Dejamos unos minutos que cueza. El guiso " engordará"...
Es aconsejable dejarlo reposar, si no queremos " achicharrarnos"...
Si os fijáis, no es un plato calórico en exceso. Sí tiene bastantes hidratos, pero apenas grasa.
pues yo con tu permiso me anoto la receta que la quiero prepara, se ve muy bueno, besos
ResponderEliminarPilar te felicito no dejes perder las recetas buenas, las de nuestros mayores yo lo he pensado tarde y he perdido muchas de mi madre y de mi suegra y es penoso.
ResponderEliminarUn beso
Me ha encantado tu receta pero sobre todo el cariño con el que nos la has contado.
ResponderEliminarMe la apunto, parece fácil ...
Un besín.
Llevaba tiempo con ganas de hacer esta receta. Había leido algo sobre ella, pero no terminaba de encontrar una que me pareciera realmente auténtica.
ResponderEliminarAdemás, has escrito todo con tanto cariño que me ha encantado.
Un besito
Pilarrrrr!!! pues lo mío ha sido amor a primera vista porque me ha entrado por los ojos nada más verla!!! que curioso el nombre! jamás lo había escuchado!!! estos platos con "solera" me encantan!!!! gracias por compartir estas cosinas Pilar!!! ;-))
ResponderEliminarNunca había escuchado ese nombre, pero, a mi me gustan mucho éstos platitos calientes, de cuchara, de toda la vida, son una maravilla
ResponderEliminarBesazosss
tú diras que no entra por el ojo, a mi síiiiii :) me encanta, y que bonita es esa sensacion que dices de los olores y la nostalgia, es verdad, todo tiene su olor las casas, las calles...ayyyy :)
ResponderEliminarPilar he visto que has pasado por mi blog y me he dicho voy a visitar a Pilar y aquí estoy, tienes un blog muy guapo y con muchas cosas buenas que es lo que cuenta, que curioso este plato de alboronía, que conste que tiene que estar riquisimo por la pinta que se le ve, pero voy a que en mi pueblo la alboronía es diferente es riquísima también pero se hace distinta, hay que ver de una provincia a otra como cambia la manera de cocinar, estoy con la cosa que tengo que hacerla y subirla a mi blog para que todos la veáis, es igual una receta antiquísima, es una variante del pisto manchego, me estoy animando a hacerla para que la conozcáis todos. Creo que ya he explicado bastante, corto mi rollo y me quedo para seguirte jajajjaaj. Besos.
ResponderEliminarNo deben perderse estos guisos. Y de cuchara que apetece y economiza en la cocina.
ResponderEliminarBesos
Una receta muy rica, y muy sencilla, me ha encantado. Besitos.
ResponderEliminarQue voy a decir de la ALBORONIA, si la he comido muchísimas veces y a decir verdad es una maravilla; por eso no me sorprende que os guste y la alabeis. Yo mañana mismo la voy a hacer, aprovechando que donde vivimos todavía no hace calor en exceso.
ResponderEliminarMe alegro mucho de que se haya recuperado esta receta y eso es lo que hay que hacer, no dejar que las cosas buenas y caseras se pierdan.
Besos y saludos muy cordiales.
Es verdad lo que dices sobre el olor a guiso en las casas y en las calles del pueblo, sobretodo del precioso pueblo de Lúcar. Felicidades. Tu sobrina María Jesús.
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